¡Que le corten la cabeza!

Como lo prometido es deuda, aquí va mi crítica despiadada a ‘Alicia en el País de las Maravillas’ de Tim Burton.

Se podría decir que -generalizando- la ‘Alicia’ de Burton ha dejado indiferente a más de uno y a más de dos. Después de todas las expectativas despertadas tras su éxito taquillero en los USA y demora en las salas europeas, el desencanto y la impasibilidad priman tras su visionado. La cinta es una versión revisada y moderna del clásico de Carroll, aunque más bien podría serlo de la película de animación de Disney –que también se encarga de la producción en ésta- del año 1951. Las similitudes son constantes, salvo en alguna de las caracterizaciones y en que ésta está basada en la segunda parte de la obra de Carroll.

Para más inri, los efectos 3D de esta película prometían y garantizaban la inmersión en el mundo fantástico de Alicia, pero nada más allá de la realidad. Se comentaba por algunos foros que esta película no había sido rodada originalmente en este formato tridimensional, sino que había sido rediseñada en los laboratorios de postproducción. Si esos rumores no son definitivamente ciertos, deberían serlo. Comparada con, por ejemplo, Avatar, la calidad gráfica no tiene parangón. Un 3D sin profundidad, sin mágia. Un buen intento por parte de la productora para hacerse con unos euros, dólares, chelines o lo que sea. Todo por la pasta.

El lado positivo de la peli lo podemos encontrar, sobre todo, en la magnífica interpretación que hace, como casi siempre, el gran Johnny Depp como ‘el sombrerero loco’ y de la cabezona Helena Bonham Carter como ‘la reina de corazones’. Con unas caracterizaciones y vestuarios dignos del mejor Burton.

Resumiendo, una película entretenida. Para pasar una tarde de domingo amena, pero poco más. Esperemos que Burton nos vuelva a sorprender gratamente con sus próximos trabajos. Éste, no pasará a la historia.